En el ex Congreso Nacional fue el lanzamiento de la actualización del libro sobre el Padre Alfonso Baeza, “El Cura Baeza, modesta valentía”.

“Todo empezó cuando el Padre Baeza nos dijo, algunas de estas cosas deberíamos contarlas. Él era el más entusiasmado con el libro y acá está”. Sandra Baeza, una de los autores del libro, contó la anécdota con la cuál se dio el vamos al nacimiento de “El Cura Baeza, modesta valentía”, que este jueves presentó su segunda edición, luego de nueve años de su primer escrito.

Con una versión renovada y nuevas historias, Baeza y Rodrigo de Arteagabeitia reflejaron lo que fue la vida de Alfonso Baeza, primer Vicario de la Pastoral Social Obrera, y eterno luchador por los derechos humanos y el trabajo social, pero lo que más se destaca en el libro es su sencillez para afrontar la vida.

Al igual que en 2006, el ex presidente Ricardo Lagos fue el encargado de presentar el libro ante unas 200 asistentes en el ex Congreso Nacional, lugar hasta donde llegaron personalidad políticas, miembros de la Iglesia, familiares y personas que se sintieron tocados por el mensaje de vida de Baeza.

En su intervención, Lagos enfatizó en la vida y obra del padre Baeza recalcando que “él nos enseñó, como dice el libro, su modesta valentía. En la primera edición, Alfonso estaba con nosotros, como siempre, reuniendo a creyentes y no creyentes. A todos nos recibía sin distinciones, haciéndonos sentir que estábamos en nuestro hogar”.

Asimismo, el ex presidente añadió que “él podía ser valiente y modesto a la vez. Es un testimonio de vida, de consecuencia y servicio público. Entendió el rol que tuvo en sus distintas épocas, Alfonso fue un gran ejemplo para todos”, cerró.

Visión similar a la que tiene el diputado Tucapel Jiménez, uno de los artífices de esta segunda edición y que convivió desde pequeño con la obra del Padre Baeza. “Yo lo conozco desde niño, era muy amigo de mi padre. Siempre estuvo con nosotros después del asesinato, bautizó a mis hijos, y así como dijo el ex presidente Lagos, el país debe recordarle porque le dio todo”, indicó.

El mensaje de humanidad del Padre Baeza quedó reflejado en una época negra del país, y tras el retorno de la democracia se mantuvo como un luchador inagotable al servicio de los demás, no escatimó ayudar, y para los asistentes ese fue el mensaje más potente que les pudo dar. Su modestia la demostró hasta su muerte, la misma que hizo que nunca ejerciera como obispo, ya que él decía “que con suerte podía ser cura”.

vía sindical.cl

Compartir

Twittear