En septiembre de 1986, Ricardo Lagos E. realizó un análisis de cómo estaba Chile después de 13 años de dictadura, en la revista Apsi. El diagnóstico fue lapidario: nunca antes el país había estado en una crisis tan profunda en toda su historia.
De acuerdo al texto, además de la crisis institucional sustentada en una Constitución considerada ilegítima por la mayoría del país, se sumaba una crisis económica originada por las erráticas medidas aplicadas por los Chicagos boys que, entre otras cosas, destruyó la capacidad industrial del país a la mitad de lo que se encontraba hace 20 años atrás y una crisis social gatillada por las profundas desigualdades que habían emergido durante dictadura.
A estas grietas profundas se sumaba una crisis moral. En palabras de Lagos, “hoy nos enfrentamos al drama de un país que ha visto salir de sus propias entrañas a los que asesinan, torturan, degüellan y ahora queman y que impávidos circulan por nuestras calles, al lado nuestro. ¿Cómo es posible que nuestra sociedad diera origen a estos personajes?”
En este contexto, Lagos consideraba que sólo se podía mirar hacia adelante si se asumía que la tarea de reconstrucción era todos. Para lograr esta unidad nacional había que superar una serie de escollos serie de escollos como un movimiento sindical debilitado, un aparato estatal desmantelado que ya no aseguraba educación, salud ni grandes obras públicas, un empresariado sin proyecciones y partidos políticos totalmente desarticulados.
Sin embargo, señalaba en el análisis, el drama de Chile excedía y trascendía la necesidad de enfrentar la salida de un dictador; también había que el tránsito de una dictadura a una democracia. Para esto se proponía una concertación nacional para la reconstrucción que estableciera acuerdos mínimos para asegurar una estructura institucional flexible y legítima, una base socioeconómica que permitiera transitar hacia una justicia social distinta y una definición en la estrategia en la que todos los puntos de vista estén incluidos.
Para reconstruir Chile los conflictos internos los debían resolver los chilenos y las relaciones internacionales debían establecerse en base a una relación más equilibrada, en función de nuestros intereses y capitalizando el capital individual o colectivo que hemos ido construyendo fuera de Chile, en el exilio y utilizarlo para Chile.
Para que esto suceda debe haber un elemento mínimo de entendimiento y que a partir de ahí, se sigan planteando las discrepancias existentes. Solo así se podría “poner fin a esta pesadilla, que no es sólo Pinochet, sino que es esta crisis que desangra a nuestra patria y a partir de la cual es necesario reconstruirla”.
Documento
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Ficha documento
Chile tarea de todos
Revista Apsi, 8 al 21 de septiembre 1986
Codigo Localizacion CLARLE S.1 – Box.0325 – C.4196 – P.0001
Registro MFN 43155 – ID: 303818
http://archivo.fdd.cl:8080/wwwisis/repos/repos9/303818.pdf
Fotografia: Ricardo Lagos en Londres, 1986
Registro MFN 43060 – ID: 303648
Codigo Localizacion CLARLE S.1 – Box.0119 – P.A.0185
Luego de haberse dedicado durante mas de 65 años al servicio público, contribuirá a la discusión desde un espacio más íntimo, siempre atento a los desafíos que Chile y el mundo tienen por delante.
Leer más...La visita de la Presidenta de la Unión Europea, Ursula Von der Leyen, a Chile se enmarca en un trabajo conjunto de años para impulsar proyectos vinculados al hidrógeno verde y al fortalecimiento digital. Este es un camino de confianzas, valores compartidos y en el que se escribe una historia común.
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